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Los humedales de Rainham constituyen la mayor zona húmeda al norte del estuario del Támesis. Se hallan en el límite oriental del Gran Londres, dentro de los términos de Purfleet, Thurrock y el distrito londinense de Havering, donde está el suburbio que les da nombre. A pesar de la adyacencia de la mayor área metropolitana de Europa, mantienen buena parte de los rasgos paisajísticos que los caracterizaban en la edad media, cuando eran usados para el pasto de rebaños. También se ha preservado una gran diversidad de aves migratorias y plantas raras, por lo que recibieron hace unos años el mayor nivel de protección ambiental del Reino Unido. Pero, si el lugar sobrevivió a la depredación inmobiliaria, industrial o de infraestructuras periféricas es porque fue un campo de tiro del ejército hasta el año 2000, cuando lo adquirieron el distrito de Havering y la Real Sociedad de Protección de las Aves (RSPB).Objeto de la intervención
En 2006, mientras se iniciaba una serie de intervenciones para mejorar su accesibilidad, la reserva se abrió al público. Por un lado, había que preservar y reforzar la riqueza natural del lugar. Por otro, se trataba de acercar a los londinenses la experiencia de la naturaleza, haciendo el lugar accesible y atractivo de cara a todo tipo de visitantes. Con este fin, y con la ayuda de los Fondos de Desarrollo Regional Europeo, la Greater London Authority, diversas entidades municipales y la RSPB se coordinaron para promover una intervención que suponía una inversión de seis millones de euros.Descripción
El ámbito que ha sido objeto de la intervención tiene una extensión de 640 hectáreas. En el centro, se han movido tierras para rellenar un antiguo vertedero y generar una laguna limosa, mientras que los humedales han quedado a ambos lados. Los de poniente, atravesados por seis pasarelas de acero patinable y conectados con Rainham por el puente de Trackway, se dedican de nuevo al pastoreo. En los de levante, cercanos al núcleo de Purfleet, predominan los cañaverales, que acogen un observatorio ornitológico de la RSPB. Aquí y allá, se han esparcido objetos escultóricos de piedra de pórtland que sirven como bancos o para rememorar el pasado militar del lugar. También se han dispuesto elementos de señalización que orientan a los visitantes y protegen las áreas no transitables. Además, nuevas instalaciones de apoyo a las actividades ganaderas alientan el retorno del ganado a los pastos.Valoración
La posibilidad de disfrutar de un paisaje silvestre sin alejarse demasiado de la ciudad ha tenido una respuesta masiva. Desde su apertura, los humedales de Rainham se han hecho tan populares que se han ganado un lugar en el imaginario colectivo de los londinenses. Sin embargo, se ha criticado que la introducción de elementos excesivamente antrópicos para orientar a los visitantes y hacer su estancia más cómoda y estimulante distorsiona la auténtica experiencia de un entorno salvaje. También que el acceso masivo puede dañar irreversiblemente un lugar tan frágil. Por este motivo, los posibles impactos de la afluencia masiva de público sobre la calidad ambiental del lugar están sometidos a un balance permanente a través del control estricto de varios indicadores. En cualquier caso, no hay duda de que la accesibilidad es condición necesaria para que la gente conozca, ame y defienda un paraje que, de otro modo, tendría los días contados.David Bravo │ Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 02/07/2024]