Estado anterior
En el año 2007, como resultado de la última reforma territorial danesa, varios núcleos urbanos del sur de la isla de Fionia fueron unificados dentro del municipio de Fåborg-Midtfyn. El mayor de entre ellos, Fåborg, es una villa costera de poco más de siete mil habitantes. Desde su puerto, abocado al fiordo homónimo, zarpan los ferris hacia las islas de Bjørnø y Avernakø, que se divisan en el horizonte. Las instalaciones portuarias mantienen todavía la actividad industrial y mercantil, si bien se han dotado de dos marinas para embarcaciones recreativas.La mayor, a poniente, da paso a una franja de costa totalmente privatizada, donde los jardines de lujosas mansiones llegan a ras de mar e, incluso, se adentran a través de embarcaderos particulares. La marina de levante, más pequeña, es adyacente al centro histórico y contiene la estación marítima de los ferris. En esta parte de costa sí se ha reservado un paseo público entre las propiedades privadas y el agua. Es un camino estrecho, solo apto para ciclistas y peatones, que desemboca en el puerto a través de un gran prado de césped y de un aparcamiento asfaltado. A pesar de ser un espacio abierto y con unas vistas formidables, el último tramo del paseo estaba descuidado y desaprovechaba la oportunidad de articular la relación entre Fåborg y el mar Báltico.
Objeto de la intervención
Con la voluntad de mejorar esta relación, en 2011, el Ayuntamiento de Fåborg-Midtfyn convocó un concurso para dotar al prado de césped del puerto de unos baños públicos de más de dos mil metros cuadrados. El proyecto ganador, que recibió una partida de más de dos millones y medio de euros, contó con la colaboración de vecinos y clubes deportivos locales. A lo largo de varios talleres participativos, se listaron, cartografiaron y debatieron los deseos y las necesidades de los futuros usuarios y se estableció que era necesario reservar zonas para diferentes grupos de edad y para actividades específicas. Del proceso también surgió la determinación de que la construcción de los baños públicos fuera una obra sostenible y respetuosa con el medio ambiente.Descripción
De planta palmar, los nuevos baños públicos de Fåborg constan de cuatro plataformas alargadas que confluyen radialmente, como los dedos de una mano, en un tronco central. Las plataformas se extienden sobre el mar abierto del fiordo a diferentes alturas y están separadas por bahías angulares que ofrecen diversas formas de relacionarse con el agua. Todas ellas están pavimentadas con tarimas de madera que se pliegan formando rampas, gradas y escaleras.En el tronco central, adyacente al prado de césped del puerto, los pliegues del suelo cubren dos edificaciones aisladas formando sobre ellas terrazas mirador con buenas vistas sobre la villa y su fiordo. Gracias a este gesto, ambas edificaciones quedan perfectamente integradas en el volumen general de los baños. La mayor contiene servicios, vestuarios, almacenes para los remeros y los submarinistas y una pequeña cafetería con terraza; la otra, más avanzada mar adentro, es una sauna para los bañistas de invierno. De entre las cuatro plataformas radiales, la más oriental es la de menor superficie y está adosada al muelle del paseo de la costa, al que le ofrece una rampa para que suba hasta el nivel de los baños. La siguiente, que es la mayor, contiene una piscina para niños y un área infantil equipada con juegos acuáticos experimentales. La tercera plataforma, alineada con el tronco central, es la más larga y su extremo se levanta a través de una grada que termina en un trampolín de saltos. La plataforma más occidental sirve tanto de solárium como de embarcadero para kayaks y otras actividades náuticas.
Todo el complejo está diseñado desde una perspectiva altamente sensible hacia las personas con visión deficiente o con movilidad reducida. Además, todo el proceso de la obra se inspiró en la filosofía cradle-to-cradle (de la cuna a la cuna), que propone superar las premisas del ecologismo clásico —reducir, reutilizar, reciclar— estableciendo ciclos regenerativos que tienen en cuenta todas las fases de cada componente constructivo —extracción, procesamiento, uso, reutilización y reciclaje— y las cierran con balances energéticos positivos.
Valoración
En los baños públicos de Fåborg, la villa le ofrece al mar una mano tendida. Y no lo hace solo de forma metafórica, a través de la estructura palmar de sus plataformas. Lo que había sido un espacio descuidado y desaprovechado es ahora un lugar atractivo y lleno de vida. Esto supone un cambio de actitud respecto a los frentes portuarios de muchas ciudades. Bien es cierto que, con la desindustrialización o con la obsolescencia de las instalaciones, muchos puertos urbanos van perdiendo su carácter mercantil y productivo para adquirir una dimensión puramente recreativa. Pero también lo es que, la mayoría de las veces, esta reconquista lúdica se traduce en la aparición de espacios exclusivos y excluyentes. Es el caso de las marinas de lujo o de los muelles para cruceros turísticos, que no solo no están al alcance de todos, sino que, además, responden a un modelo de derroche energético y de generación de residuos que es altamente insostenible. Este, en cambio, es un uso portuario inclusivo, accesible a cualquier persona independientemente de su edad o de sus facultades físicas y económicas. Además, es un lugar donde relacionarse de forma sostenible y respetuosa con el ecosistema marino. Un lugar en el que se hace tangible una verdad como un templo: el mar nos pertenece a todos, tanto a los que lo disfrutamos hoy como a los que lo heredarán mañana.David Bravo │ Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 21/01/2022]
