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El fenómeno de la desindustrialización, que lleva décadas asolando las ciudades europeas, no perdonó a Genk, sede de los tres principales complejos de minería carbonera de la Región Flamenca. El más importante de entre ellos, Winterslag, cerró a finales de los años ochenta y dejó un rastro de desempleo e incertidumbre entre la población. Rodeados de inmensas pilas de escoria negra, sus pabellones de obra vista quedaron abandonados y a merced del deterioro paulatino. Mientras tanto, las malas hierbas se apoderaban de la explanada que los reunía, presidida por las altas torres de dos pozos de extracción visibles desde la lejanía.En las últimas décadas, como tantas otras ciudades, Genk ha intentado superar la fuga de la industria productiva apostando por la educación, la cultura, la economía creativa y el turismo. Siguiendo esta lógica, en 2001, el ayuntamiento adquirió el complejo minero de Winterslag con la voluntad de restaurarlo para preservar su memoria industrial y sumarlo a la oferta cultural y turística de la ciudad.
Objeto de la intervención
El complejo, que una vez restaurado recibiría el nombre de «C-mine», tenía que acoger un centro cultural y varios espacios para el ocio, así como un polo de instalaciones destinadas a la educación y la industria creativa. Fruto de la colaboración de los sectores público y privado, la operación recibiría fondos del Ayuntamiento de Genk, la provincia de Limburg, el gobierno belga y la Unión Europea. Los promotores de la operación querían que el «C-mine» se convirtiera en un centro cultural dinámico y vibrante, capaz de acoger grandes eventos pero con vida propia durante los momentos cotidianos.Descripción
Tras ser restaurados, los edificios preexistentes alrededor de la explanada acogen ahora un gran teatro, unos cines y varios restaurantes. Hacia el lado este, las antiguas oficinas del complejo, que estaban medio derruidas, se han mantenido como una ruina sin techo que preside la plaza. Hacia poniente, que estaba libre, se ha erigido un nuevo edificio que acoge la Facultad de Medios, Arte y Diseño. Las dos torres de los pozos de extracción se han rehabilitado para que sean accesibles y sirvan tanto de hitos como de atalayas. Bajo la plaza, se ha acondicionado un recorrido subterráneo para visitar los pasillos de la antigua mina.Los cinco mil metros cuadrados de la plaza se han pavimentado con pizarra belga negra, en una alegoría del valioso mineral que producía su subsuelo. De hecho, esta misma piedra era el material de desecho que se producía en el proceso de extracción del carbón. Se dispone sobre la plaza en una superficie bastante rugosa, siguiendo una combinación de losas de gran formato y astillas más pequeñas. Al fin y al cabo, la plaza se ha concebido de modo que tenga la capacidad de acoger grandes eventos y, al mismo tiempo, que su superficie no resulte monótona en lo cotidiano. Por eso no tiene obstáculos fijos y está provista de asientos móviles de acero inoxidable que contrastan sobre el fondo oscuro del pavimento.
Se ha prestado tanta atención al alumbrado de la plaza como si se tratara del de un teatro. Todo él emite luz de un blanco cálido, aunque puede desplegar efectos visuales de diferentes colores durante los espectáculos. Las fachadas y las torres se han iluminado con dispositivos LED que las bañan de luz con máximo respeto por su valor histórico. También se han incrustado en el pavimento líneas de luz que revelan el trazado de los pasillos subterráneos. Finalmente, se han instalado vaporizadores provistos de focos sincronizados. Cuando están en funcionamiento, exhalan nubes de gotas suspendidas que se iluminan en el aire antes de condensarse en una lámina de agua situada en el centro de la plaza.
Valoración
La plaza del «C-mine» se inauguró en abril de 2012, con una multitudinaria fiesta que contó con diversas actuaciones musicales, fuegos artificiales y un espectáculo de rayos láser. Los trabajadores de la antigua mina, que fueron invitados a asistir, manifestaron el orgullo que les producía ver el lugar preservado por la memoria y no reemplazado por cualquier promoción inmobiliaria. Desde entonces, el complejo ha acogido eventos como el Manifesta 2012 (Bienal Europea del Arte Contemporáneo) o, incluso, manifestaciones en protesta por el cierre de una fábrica de automóviles. En días normales, acoge la actividad cotidiana de un campus universitario y de los diferentes espacios culturales y productivos del complejo. Todo ello es la prueba de que la ciudad de Genk ha hecho suyo el «C-mine». Ojalá sirva para que su gente pueda ganarse la vida dignamente.David Bravo
Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 18/06/2018]