Estado anterior
Los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial derribaron casi todas las construcciones que rodeaban a la catedral de Laurenskerk. La posterior reconstrucción del centro urbano liberó un espacio vacío entre la fachada principal del templo y el canal de Delftsevaart. Se trata de la Grotekerkplein, una plaza cuadrada de unos setenta metros de lado. Sin embargo, la mediocridad de los edificios que la rodean y la escasez de actividades comerciales en sus plantas bajas le dieron un carácter apagado, de patio trasero. Aparte de una estatua dedicada a Erasmo y de algunos árboles ordenados en dobles hileras, la superficie de la plaza estaba tediosamente vacía y sufría una evidente falta de dinamismo.Objeto de la intervención
Con el fin de activar programáticamente ese espacio y reforzar la definición de sus límites físicos, en 2004 una organización privada y sin ánimo de lucro propuso al ayuntamiento la inserción de un pequeño pabellón teatral en el único lado no edificado de la plaza. A este efecto se convocó un concurso de ideas que culminó con la elección de un proyecto para cuya construcción se destinó una inversión de más de un millón de euros.Descripción
Destinado a la representación de obras teatrales, el pabellón presenta un volumen prismático que transcurre paralelamente al canal y cierra el lado occidental de la plaza. Consta de dos núcleos cúbicos que reposan sobre un podio y soportan una losa de 50 cm de canto y 30 m de luz. El resultado es un gran pórtico horizontal que enmarca un escenario abierto hacia ambos lados. Una cortina deslizante de 70 m de largo que cuelga del perímetro de la cubierta permite que las representaciones se dirijan hacia la plaza o hacia el canal e incluso que se tapen al mismo tiempo ambos lados para conformar un aula cerrada. Los núcleos laterales contienen un almacén, un baño y un camerino para los artistas.Valoración
Aparte de equipar la plaza con un nuevo foco de eventos, el pabellón se erige como un cuerpo ambivalente. Gracias a la transparencia de su estructura y a la mutabilidad del cierre vertical conformado por la cortina deslizante, tanto puede actuar como un límite opaco que refuerza el perímetro de la Grotekerkplein como convertirse en un dintel que la conecta significativamente con el canal de Delftsevaart.David Bravo
Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 18/06/2018]