Estado anterior
En 1914, el ingeniero industrial André Citröen (1878-1953), de acuerdo con el gobierno francés, instala una fábrica en la antigua Plaine de Grenelle para la producción de todo el material necesario en el frente de guerra (55.000 proyectiles diarios). Finalizada la Primera Guerra Mundial, el industrial decidió transformar la empresa y comenzar la fabricación en serie de un automóvil popular (en 1919 funda la Societé Anonyme André Citröen y lanza el primer modelo de 10 CV, tipo A). Con el tiempo, las instalaciones quedaron obsoletas, y en 1970 el Ayuntamiento adquirió 23 ha. de los antiguos terrenos industriales para crear en 1979 la nueva ZAC Citröen-Cevennes, con 2500 viviendas.Objeto de la intervención
El programa de la ZAC preveía inicialmente un gran parque de 14 ha. abierto hacia el Sena, entendido como el equipamiento más importante de esta zona y elemento central de su composición. Por el norte y hacia el este, el parque debía conectar con los barrios nuevos ya existentes; por el sur se tenían que incorporar equipamientos terciarios y hospitalarios, y hacia el oeste se abriría directamente sobre el río, tras soterrar la circulación y transformar en viaducto las vías férreas del RER C. Para definir lo que tenía que ser el parque, en 1985 el Ayuntamiento de París convocó un concurso internacional de proyectos en el cual se establecieron las premisas que se debían seguir en lo relativo a la unidad de imagen de parque y la relación con el barrio que lo rodea.Descripción
El parque, con una planta geométrica muy similar a una letra X, se extiende con varios desniveles desde el centro del barrio hasta la misma ribera del río. La parte central (11 ha) incluye una amplia explanada en suave declive, cerrada por dos invernaderos monumentales, un gran parterre rectangular y una serie de desniveles sucesivos que descienden hasta el margen del río. En el extremo más alejado del río (como si fueran las aspas superiores de la X) se encuentra el llamado Jardín Negro ( bosque tupido, con un área descubierta en el centro) en contraposición con el Jardín Blanco (muy mineral y claro, con un espacio central lleno). Esta oposición vuelve a aparecer en el corazón del parque central. En el nordeste de la gran diagonal (atravesando el Jardín Azul, el patio central, la plaza y los peristilos vegetales hasta el Jardín Negro) se extiende una zona ajardinada en la que destacan los Jardines Seriales (pequeñas parcelas -de tipo intimista- dispuestas en serie). En el otro extremo surge una zona más mineral con una gran presencia arquitectónica (torres, ninfeos de granito y un gran canal de agua). Finalmente, en el eje central del parque hay un inmenso parterre verde desde el que caminando se puede acceder hasta la ribera del Sena. En definitiva, dada la complejidad y originalidad del proyecto, cabe hablar de que están presentes cuatro conceptos: Naturaleza, movimiento, arquitectura y artificio.Valoración
Junto al parque de La Villete, se trata de uno de los mayores parques construidos en París en el último cuarto del siglo xx, que se ha convertido en un espacio singular con una personalidad muy definida y, al propio tiempo, integrada en la sucesión de espacios verdes tradicionales que bordean el Sena: Tuilleries, Esplanade des Invalides, Champ-de-Mars, Trocadéro, etc. Pero, sobre todo, es un gran equipamiento con una vocación prioritariamente local, muy frecuentado por los ciudadanos, no en vano constituye un pulmón verde de 14 ha en el sector sudoeste de una de las ciudades con mayor densidad de Europa. Por otra parte, el parque André Citröen, muy conocido y analizado en el resto del mundo, ha sido también criticado por sus mismas cualidades: un espacio excesivamente contemplativo, mineral y recogido; un teatro del paisaje no apto para el sosiego, la comodidad y la relación.Albert García Espuche, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]