Estado anterior
«En la Guineueta no hay calles ni plazas; existen, eso sí, unos restos, unos sobrantes de espacio, obtenidos - que no previstos- de la separación entre bloques.» De esta manera se expresaba la revista Cuadernos de Arquitectura y Urbanismo en 1965, poco después de la construcción del polígono residencial en la parte alta de la ciudad, en la ladera de Collserola, sobre unos terrenos que habían pertenecido a la antigua finca de la Guineueta. Tal como se describía en aquellos años, los bloques de edificios - los más deprimentes que se construyeron en Barcelona- perforaban el espacio, no se articulaban ni se relacionaban, y por su disposición aislada surgían unos espacios amorfos y sin carácter. No se previeron los equipamientos públicos más necesarios, y sus entornos inmediatos eran los formados por la llamada plaza Llucmajor, pórtico de entrada al polígono, que era un descampado convertido en estación terminal de tranvías, y la carretera que llevaba el nombre de paseo de Valldaura.Con los años, la zona en la que se encuentra la Guineueta acabó de densificarse y también de urbanizarse, se dotó de los servicios públicos necesarios y se conectó de manera más efectiva con el resto de la ciudad (llegada del metro, autobuses, etc.). El último paso era la calificación de los espacios de uso público del polígono.
Objeto de la intervención
Ante el alto grado de degradación a que habían llegado los espacios libres en la Guineueta, a finales de la década de los ochenta se emprendió el proyecto de intervención en el polígono cuyo objeto era la remodelación y calificación de los espacios públicos interiores de las diversas manzanas que lo conformaban. Esto incluía la eliminación de las barreras arquitectónicas existentes y que en algunos casos llenaban los espacios, y la renovación del mobiliario urbano, al tiempo que se subsanaban las deficiencias que presentaba la zona tanto en alcantarillado, pavimentación y alumbrado como en jardinería. Uno de los aspectos más interesantes que presentaba el espacio era la importancia del arbolado, de diversas especies y con algunos ejemplares magníficos.Descripción
Aunque las obras se realizaron en diferentes proyectos y fases, ello no fue en detrimento del carácter unitario de la actuación, basada en la aplicación de unos materiales claramente distintivos: una pavimentación continua de color rojizo (slurry coloreado sobre capa de aglomerado asfáltico), que se extiende por todos los espacios interiores del polígono y que se combina con un ajardinamiento de parterres de hierba con superficie ondulada respecto al nivel del suelo. A menudo, dichos parterres se encuentran situados al pie de los edificios como jardines de proximidad, al mismo tiempo que proporcionan cierto aislamiento a las plantas bajas habitadas. Las entradas a los bloques se han pavimentado con piezas prefabricadas de hormigón. El mobiliario urbano se compone de alumbrado, bancos de tipo romántico y pilones para evitar el acceso de vehículos al recinto y al espacio de juegos infantiles situados en las zonas de arenisca. En todo el polígono hay árboles de diferentes especies ( plátanos, pinos, olmos), colocados en alcorques de diferentes tipos.Allí donde era necesario se completó la red de alcantarillado existente.
Valoración
La Guineueta ha visto cómo sus espacios entre bloques se han dignificado y se han convertido finalmente en espacios públicos para los vecinos del barrio, espacios donde pasear, estar y encontrarse. La actuación ha obtenido partido de las buenas condiciones que ofrecía el lugar, es decir, la generosidad de las zonas libres en superficie y la importancia del elemento vegetal ya existente. También ha conseguido crear unos espacios unificados que son hoy el elemento que mejor distingue el polígono de la Guineueta y que le otorga carácter.Esta intervención tendrá su contrapunto cuando las obras del paseo de Valldaura conviertan este espacio en un eje que habrá equilibrado los diferentes usos y movilidades que comparten.
[Última actualización: 02/05/2018]