Estado anterior
La morfología del núcleo histórico de Oviedo refleja su origen como recinto amurallado medieval, de perímetro circular y con una trama urbana condicionada tanto por la situación de los establecimientos religiosos como por los caminos de acceso al recinto y la orografía. El crecimiento de la ciudad desde finales del siglo pasado conllevó una progresiva degradación del casco urbano, que llegada la década de los ochenta presentaba unas condiciones de extrema gravedad: edificios en mal estado, población en regresión y, entre otros factores, su rica trama de espacios libres congestionada por la ocupación del automóvil.Objeto de la intervención
A mediados de los ochenta se inicia la redacción del Plan Especial del casco antiguo de la ciudad. Los objetivos de este Plan no se centraron únicamente en una estrategia de protección o de rehabilitación de los edificios deteriorados, sino que se optó por unos criterios de calificación urbana que implicaban resaltar la calidad arquitectónica de las actuaciones y, con prioridad, impulsar una estrategia de calificación ambiental. Esto implicaba actuar sobre el sistema de espacios libres del casco, con la supresión de la ocupación agresiva del automóvil y el acondicionamiento de los mismos para un uso reservado a los peatones.Las propuestas del Plan Especial fueron desarrolladas por el Ayuntamiento en 1991, con un planteamiento integral de conversión en zona peatonalizada por medio de una urbanización que no excluía el automóvil. De manera paralela se promovió un programa dirigido a la rehabilitación de las fachadas.
Descripción
La intervención se extendió al conjunto de plazas y calles que forman el núcleo histórico junto con el programa de rehabilitación de fachadas y la construcción de una serie de aparcamientos subterráneos inmediatos a la áreas peatonalizadas. Los rasgos esenciales consistieron en la unificación de la superficie de las calles, sin aceras, en el tratamiento homogéneo del pavimento, con adoquín de color ocre, y en la mínima ocupación del espacio por parte de los elementos de mobiliario urbano. Como actuación singular, hay que destacar la rehabilitación de la Plaza de la Constitución, de trazado irregular, cuyo proyecto se propuso, junto con la eliminación del tráfico, «corregir» su topografía natural, reconfigurándola como un espacio horizontal, y expresar mediante el diseño las particularidades de su proceso de formación a lo largo del tiempo y los rasgos que hoy le confiere su especificidad.Valoración
Los resultados de la peatonalización y adecuación integral del casco antiguo han sido claramente favorables, desde el momento en que se ha recuperado el núcleo histórico de Oviedo. De hecho, la posición central respecto a la ciudad, su carácter homogéneo y las reducidas dimensiones del conjunto han favorecido la apuesta por devolver los espacios a los peatones. Hay diversos indicadores que informan del éxito de la actuación: las encuestas vecinales, el uso intensivo como zona de ocio, el crecimiento de las actividades terciarias... La conversión del centro en zona peatonal o la restricción del tráfico rodado se han extendido posteriormente a otras zonas de la ciudad como el ensanche.[Última actualización: 02/05/2018]
