El proyecto de renovación del antiguo matadero municipal de Ostrava, República Checa, activo desde 1880 hasta 1965, recupera un espacio en ruinas que había caído en el abandono y el deterioro. Después de décadas en desuso y protestas por su demolición parcial, la ciudad adquirió los edificios en 2016 y organizó un concurso arquitectónico para su recuperación y conversión en galería de arte. La propuesta se centra en aprovechar las aperturas originales del matadero para conectarlo con la ciudad, convirtiéndolas en accesos que permiten a las salas de exposiciones de la nueva galería abrirse al público exterior, democratizar el arte y que este se expanda al espacio público. El proyecto también transformó el terreno contaminado en un parque diverso, con espacios verdes atractivos para los residentes, incluyendo un jardín de permacultura como parte de la exposición permanente. Artistas, residentes y asociados de la galería participaron en el diseño de un espacio inclusivo con más plantaciones verdes, bancos e instalaciones artísticas.