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Las piscinas comunitarias son el origen de los baños termales de Baden y Ennetbaden desde la época de los romanos. En Baden, las dos piscinas de los baños de St. Verena y Freibad fueron descritas ya en 1416 como baños públicos por Poggio Bracciolini y fueron usadas así hasta el siglo XIX. Otros dos baños estaban ubicados en la plaza principal de Ennetbaden, y en ellos los clientes de paso y los bañistas más pobres y necesitados, hombres y mujeres juntos, se bañaban al aire libre.
Su cierre en el siglo XIX no solo significó que desaparecieran los cuerpos semidesnudos de los bañistas del paisaje urbano, sino también que se cerraran las instalaciones de baño gratuitas. No fue hasta la inauguración de la moderna piscina termal del arquitecto Otto Glaus en 1964 que volvió a ser posible bañarse en una piscina termal pública, aunque en este caso fuera pagando entrada. De hecho, los últimos ciento cincuenta años sin baños gratuitos son una excepción en los dos mil años de historia de ambos municipios.
Tras el cierre de la piscina termal de Otto Glaus en 2012, varios actores culturales de la ciudad de Baden fundaron la asociación Bagni Popolari en un esfuerzo por volver a hacer pública el agua termal a través de fuentes accesibles al baño.
Objeto de la intervención
Dos manantiales calientes hacen posible volver a experimentar el agua termal de forma sencilla en el espacio público. Las aguas termales de acceso público responden a la necesidad de poner el agua termal, un regalo de la naturaleza, al alcance de todos. De este modo, el distrito balneario se revitaliza de una manera única y continúa su historia de dos milenios.
Descripción
La intervención se implementa con dos zonas nuevas de baños termales abiertos y gratuitos, una en Baden y otra en Ennetbaden. Ambas se sitúan, una frente a otra, en las dos orillas del río Limmat. Los baños se alimentan de las aguas termales de los manantiales de Limmat y Schwanen que tienen un flujo constante sin necesidad de utilizar bombas. En ambos casos, los espacios de baño se organizan en tres piletas: una pequeña con agua a 40-42°C de sesenta centímetros de profundidad, otra más grande a 37-39°C de cuarenta centímetros de profundidad y una a 34-36°C con una profundidad máxima veinte centímetros. Las piletas están dimensionadas según la cantidad de agua termal disponible y representan casi un cuarto del tamaño que tenían los baños históricos de St Verena y Freibad.
Valoración
La reintroducción de las fuentes termales en la infraestructura pública de Baden y de Ennetbaden recupera una tradición de baños comunitarios que conecta el uso del espacio público con el bienestar colectivo. Esta intervención muestra el agua como un elemento restaurador de salud y de encuentro comunal, en una ciudad con un recurso natural cuyo acceso libre se había perdido.
[Última actualización: 15/11/2022]
