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Ogrody Anny [jardines de Ana] se ubica en una zona posindustrial de la antigua fábrica de Karol Scheibler que cuenta con la histórica central eléctrica en el centro del complejo, uno de los más bellos ejemplos de arquitectura de la Secesión de finales del siglo XIX en Polonia . Todo el complejo está catalogado y se incluyó en el proyecto de revitalización Fuzja. Dentro del conjunto hay edificios posindustriales y elementos de infraestructura construidos entre las décadas de 1920 y 1950.
Objeto de la intervención
El proyecto recupera una antigua zona industrial en desuso para construir un nuevo espacio público que aporta una zona verde a Lodz. Se trata de una reinterpretación del patio urbano, donde vecinos, turistas y visitantes conviven en un suelo urbano, que a su vez tiene una función drenante.
Descripción
El proyecto cuenta con una zona verde con un carácter boscoso que dispone de una zona de sombra con grava ,donde se ha plantado una especie endémica de abedul, y un patrón de asientos libres; también hay una zona de vegetación baja, así como un área sin uso determinado y un parque de juegos para los más pequeños. La parte verde de Ogrody Anny se ha dividido en dos zonas: mineral y vegetal. La vegetal proporciona sombra y retiene el agua de lluvia, mientras que la mineral está cubierta con una grava ligera, lo que permite que el agua de lluvia penetre, pero también que el suelo respire a la sombra de los árboles.
El espacio resultante está completamente abierto a los usuarios, un grupo importante de los cuales son personas mayores, niños y jóvenes, que disfrutan de una zona de sombra para descansar. Ogrody Anny es un espacio abierto a la gente, de donde se han retirado los coches, que ahora se aparcan en garajes subterráneos.
Valoración
Ogrody Anny es una interpretación contemporánea de un patio urbano, rodeado de edificios históricos y que crea un entorno lo más natural posible junto a la histórica central eléctrica. Para ello se ha liberado la plaza del típico suelo de hormigón, y, en su lugar, se ha colocado una superficie drenante que permite que la naturaleza se abra paso por ella. Se ha mantenido el equilibrio entre los edificios y la vegetación, que constituirá el 35% de la superficie del complejo. En el solar se han conservado quince árboles existentes y el promotor plantará otros noventa y dos, incluidos abedules, arces y serbales. La plaza se convierte así en un espacio verde de retención de agua de lluvia, activo y responsable desde un punto de vista biológico, que le permite encajar en la tendencia a renaturalizar los espacios públicos, al tiempo que los devuelve a las comunidades locales.
[Última actualización: 15/11/2022]