Estado anterior
El barrio de Fahle se levanta a orillas del río Härjapea, cuna de la industria de Tallin en la Edad Media y hoy canalizado bajo tierra. En el siglo XVII se encontraba la fábrica de papel más antigua de Estonia, y la industria papelera fue ganando impulso en la región nuevamente en el siglo XIX. Los edificios históricos de piedra caliza del barrio de Fahle son un recuerdo de las papeleras construidas a finales del siglo XVIII y principios del XIX durante la Revolución industrial.
Para el desarrollo del distrito comercial del parque Fahle y la construcción del pasaje Fahle, se han demolido anexos construidos durante la era soviética, conservando y restaurando las partes históricas con protección patrimonial.
Objeto de la intervención
En toda Europa se ha producido un proceso de desplazamiento de las fábricas a las afueras de las ciudades, dejando edificios en desuso para los que es necesario encontrar nuevas funciones. El proyecto Fahle es un buen ejemplo de cómo reconocer el valor de los edificios industriales y de cómo pueden implementarse técnicas de arquitectura moderna para revitalizarlos y reutilizarlos.
En este caso, la rehabilitación del complejo industrial requirió la demolición de las ampliaciones realizadas durante la época soviética y la recuperación de una calle anterior que se encontraba entre fachadas de piedra caliza. El encargo consistía en desarrollar un proyecto paisajístico para el pasaje acristalado y para los espacios exteriores abiertos al público. El reto del proyecto consistía en crear un espacio abierto y verde que, en el contexto de un clima nórdico, pudiera ser utilizado todo el año.
Descripción
En el pasaje, la naturaleza irrumpe en el espacio urbano. En un entorno que lleva décadas sin uso, la vegetación penetra entre las juntas de los azulejos, trepa por los muros de piedra caliza y cada rincón o grieta se convierte en un lugar para que crezcan las plantas. La exuberante vegetación que ha brotado se ha dejado tal cual, limitándola solo para que el entorno sea habitable.
El ambiente tropical que domina el espacio interior hace referencia a las opulentas plantas autóctonas que proliferan en los páramos, los bosques y los pantanos del país: la galería interior, cálida y verde, proporciona un modelo de esta naturaleza salvaje a una escala menor .
Valoración
El pasaje es una calle interior única en Estonia y en los países nórdicos, con calefacción todo el año, un entorno exuberante, cómodo y utilizable para que la gente pueda sentarse, columpiarse, comer, tocar el agua y relacionarse con las plantas.
El nuevo espacio público se centra en las personas, ya que los vehículos se han desviado hacia el perímetro exterior del barrio. El proyecto ha recibido numerosos reconocimientos y se ha convertido en un modelo para muchos promotores que quieren crear “espacios medio al aire libre” como este, pues en un clima como el de Estonia, este tipo de proyectos alargan significativamente el tiempo que se pasa al aire libre en cualquier época del año.
[Última actualización: 15/11/2022]