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Postblock es el nombre de una de las manzanas del centro de Berlín delimitada por las calles Leipziger, Wilhelm, Zimmer y Mauer, cerca de la plaza Postdamer. La forma urbana actual de la zona está marcada por una densidad notable de edificios y de vestigios que son el testimonio del desarrollo de la ciudad desde el siglo XVIII, pero, especialmente, de los efectos del drama histórico vivido a lo largo de buena parte del siglo XX. En los laterales más próximos a la manzana aún se pueden ver los restos del muro que dividió la ciudad entre los sectores oriental y occidental de 1961 a 1989, y en el lugar donde estaba situado el cuartel general de la Gestapo ahora hay el centro llamado «Topografía del Terror». Justo en la esquina opuesta, el famoso Checkpoint Charlie.
En el interior de la manzana del Postblock, la antigua oficina de correos imperial, hoy reconvertida en el Museo de Comunicaciones de Berlín, se encuentra en la esquina noreste, mientras que el espacio vacío a lo largo de su lado occidental representa lo que se ha llamado en Berlín la «ciudad residuo» (city waste) del periodo posterior a la caída del muro, es decir, un conjunto de terrenos heterogéneos que han favorecido fracturas urbanas caracterizadas por combinar escalas antagónicas con usos intersticiales. Pero, a pesar de su abandono, en Postblock fueron apareciendo varias actividades temporales y construcciones ligeras.
Objeto de la intervención
El proyecto se propuso mostrar la belleza y las oportunidades que ofrecía este «residuo» urbano antes de que la manzana fuera definitivamente reconstruida. Había que hacer, pues, una intervención temporal y de presupuesto bajo, que fuera adecuado para poder organizar la memoria colectiva y, por tanto, las funciones y los símbolos del espacio urbano con un sentido renovado. La primera decisión fue aplicar un filtro negro para lograr una plataforma neutra —según los autores, las cosas que no son importantes deberían ser literalmente engullidas— y, de esta forma, ilustrar el potencial de la diversidad de elementos que contiene el sitio para conducir la mirada de los transeúntes hacia la realidad de Berlín. La lección proviene de la ciudad de Londres, donde se sigue un principio según el que todo el mobiliario urbano se pinta de color negro o bien es hecho con material negro para reducir el «ruido visual». El propósito de este principio formal es no apartar la vista de lo más esencial.Descripción
En Postblock la materialización del proyecto en el terreno consistió en la creación de una línea negra continua que acompaña a los márgenes de la manzana. Los elementos que la componen son una valla hecha con metal negro desplegado y la pavimentación tratada con texturas diversas en función de la granulometría de los materiales utilizados en la mezcla. Las actividades temporales y las construcciones ligeras que ocupan la manzana han sido interpretadas como monumentos cotidianos —de acuerdo con la lectura sobre el simbolismo de la arquitectura y de los elementos urbanos que los arquitectos Robert Venturi, Denise Scott Brown y Steven Izenour formularon en su influyente libro Learning from Las Vegas, de 1972. Todos estos elementos han sido reorganizados en los márgenes de Postblock con la ayuda de un procedimiento muy extendido como es la utilización de «post-its», esos pequeños bloques de notas autoadhesivas de color amarillo con los que solemos comunicar pequeños mensajes. En el proyecto este método tan útil ha elevado a la categoría de principio de diseño, que conecta con la imagen icónica del servicio de correos, un cuerno de color amarillo en relación con la función histórica del actual Museo de Comunicaciones. Anuncios y otros signos de memoria existentes, así como un nuevo mobiliario urbano, se han utilizado como «post-its», un viejo transformador, un coche Trabi —los famosos Trabant fabricados en Alemania oriental—, una cabina de teléfonos y una publicidad de salchichas al curry, en el que los pintados de color amarillo destacan sobre dicho fondo neutro creado por los materiales negros. El mismo color amarillo está presente también en los motivos que decoran el asfalto en algunos puntos del pavimento de la intervención.Valoración
Las fracturas y el carácter heterogéneo de un área urbana no deben ser considerados un defecto, sino, al contrario, una condición que contiene fuertes valores positivos. El residuo urbano no deja de ser un lugar de belleza temporal, parte de una ciudad en constante transformación que ha ido avanzando paulatinamente mediante pasos grandes y pequeños, en una evolución donde también han participado los diferentes actores urbanos. La aproximación realizada al emplazamiento, a su percepción estética y su desarrollo ha sido tratada por sus cualidades de memoria, de abstracción y de realidad aumentada. Los monumentos cotidianos encarnan la ciudad de Berlín y en la intervención han recibido un fondo de neutralidad que los ilumina. Sobre el filtro negro los «posts» creados responden a un sistema urbano de orientación de signos que llaman la atención sobre las conexiones del espacio urbano, es decir, entre el pasado y los usos cotidianos del Postblock. Así, el paisaje urbano se ha organizado de tal modo que ha conferido al barrio una dramaturgia reelaborada de piezas urbanas y de un trasfondo de relatos y contextos cambiantes con la ayuda de sus actores.
Teresa Navas
[Última actualización: 05/03/2021]
