Estado anterior
Durante la Reconquista, los reinos cristianos a menudo se veían obligados a repoblar los territorios ganados con el fin de asegurarlos. En muchas zonas del norte de la Península Ibérica, estos territorios, extensos y poco habitados, fueron estratégicamente ocupados por redes multipolares de núcleos pequeños y de carácter rural. En las afueras de numerosas ciudades con muralla aparecieron varias casas y poblados aislados, sin jurisdicción propia, que dependían administrativamente de las autoridades de intramuros. Esta unidad territorial, jurídicamente cohesionada pero físicamente atomizada, recibía el nombre de alfoz.En estas circunstancias nació el pueblo de Rubena, perteneciente al Alfoz de Burgos y situado a once kilómetros al noreste de la ciudad. A pesar de que hoy ya posee el rango de municipio, su censo aún no alcanza los 200 habitantes. Vertebrado por la carretera de Burgos, que constituye su calle mayor, el pequeño núcleo está íntimamente relacionado con el entorno natural y con el riachuelo que resigue su flanco oriental. En la entrada del pueblo, a orillas de este curso de agua con vegetación frondosa y cauce infranqueable, aún se conservan de la edad media una fuente, un lavadero público y un potro de herrar. Los tres estaban hasta hace poco tiempo en desuso y en mal estado, y corrían el riesgo de ser engullidos por el nuevo desarrollo urbano que crece junto a ellos.
El peligro era real e inminente, puesto que, durante las últimas décadas, la originaria dispersión de la comarca se ha visto notablemente incrementada. Ello es debido a la creciente movilidad del transporte privado y a un planeamiento territorial que se ha mostrado ineficaz a la hora de regular la expansión indiscriminada de nuevos desarrollos industriales y residenciales. Aparte de interferir en la histórica compenetración entre los pequeños núcleos y el medio natural, esta situación dificulta la consolidación de las infraestructuras y supone un pesado lastre para el progreso económico y social de Burgos y su alfoz (del árabe alhawz – distrito).
Objeto de la intervención
En 2005, el Ayuntamiento de Rubena reaccionó ante la embestida del nuevo crecimiento sobre el ámbito natural del riachuelo y sus vestigios medievales. La actuación para recuperar y hacer accesible ese espacio contaba con medios modestos, pero tenía objetivos ambiciosos. En última instancia, buscaba una solución concreta al problema de cómo los pequeños núcleos del Alfoz de Burgos pueden mantener su relación con la historia y la naturaleza en el contexto actual.Descripción
El espacio natural que separa el casco antiguo del nuevo grupo de casas pareadas tiene menos de mil metros cuadrados. Un talud escalonado con losas alargadas de hormigón permite bajar desde la carretera hasta una pequeña explanada de césped situada a orillas del riachuelo. Se han añadido nuevos ejemplares a los árboles que rodean la explanada y se han esparcido sobre el césped más losas de hormigón que definen un ámbito presidido por la fuente, el lavadero y el potro.Los tres han sido restaurados. La fuente estaba dentro de una caseta de obra vista y con cubierta de tejas, que se ha reemplazado por una construcción menos aparatosa, revestida con paneles de fibras de madera y cemento. Asimismo, se ha recalzado sobre nuevos cimientos la estructura de madera del potro y se ha mejorado el drenaje del perímetro del lavadero.
De la explanada nace un nuevo camino de gravas compactadas que conduce al centro del pueblo, así como un paseo que resigue la orilla del riachuelo. Ahí se ha ordenado ligeramente la frondosa vegetación ribereña y se han dispuesto más losas alargadas de hormigón para marcar el recorrido y para facilitar la accesibilidad y el mantenimiento del paseo. Una serie de gaviones de caliza blanca separan el paseo del cauce. Son elementos de protección, pero también remarcan el trazado del agua y, dada su escasa altura, pueden ser usados como bancos.
Valoración
Aparte de restaurar los vestigios medievales, la intervención ha recuperado un espacio desatendido e infranqueable, haciéndolo públicamente accesible y reconocible. Lo ha hecho minimizando la introducción de elementos artificiales con el fin de respetar al máximo su carácter natural. El sutil tratamiento del plano del suelo, sobre el que se han depositado con delicadeza las losas de hormigón y los gaviones de caliza, facilita el empleo del espacio sin deslucir ese carácter.Es cierto que sería optimista considerar el resultado como definitivo. En función de cómo se desarrolle el planeamiento territorial del Alfoz de Burgos, el espacio natural podría acabar convirtiéndose, a medio plazo, en un parque marcadamente urbano y rodeado de suelo edificado. Llegado ese caso, la intervención habrá servido para preservar el vínculo del casco antiguo con un espacio verde. De por sí, su contacto directo explicaría la génesis morfológica de Rubena y ello, junto con la presencia de los elementos restaurados, que atestiguan su pasado medieval, constituiría una valiosa contribución a la representación de su memoria colectiva. De momento, sin embargo, la intervención se postula como un alegato en defensa de esta memoria y como un ejemplo a seguir en otros muchos puntos de la comarca.
David Bravo Bordas, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]
