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Kalmar es una pequeña ciudad del sudeste de Suecia, situada en la costa del mar Báltico. Su plaza mayor, conocida como Stortorget [“plaza grande” en sueco], es un gran plano rectangular de 90 metros de anchura por 110 de longitud que rodea la catedral barroca de la ciudad, un edificio exento construido en el año 1702. Desde entonces, Stortorget ha sido un centro representativo para los poderes político, religioso y militar, así como el principal escenario de intercambios comerciales y sociales de la ciudad. De hecho, la historia de la consolidación urbana de Kalmar está escrita en las piedras de Stortorget. Son grandes piedras toscas, sin tallar, procedentes de los campos de cultivo originarios, utilizadas primero para levantar los muros de piedra seca que los delimitaban y, poco después, para construir las paredes de las casas y para pavimentar calles y plazas. Estas piedras han conformado durante 300 años gran parte del pavimento de Stortorget. Sus variaciones de tamaño, color y textura las distinguían claramente de las losas y bordillos de granito homogéneo que se añadieron hace ochenta años a la plaza para diferenciar el paso de los peatones y los vehículos que, hasta el año 2003, podían aparcar libremente.Objeto de la intervención
En 1999 el Swedish Arts Council convocó un concurso internacional que buscaba una solución modélica para la renovación imaginativa de una plaza de enorme relevancia para la historia nacional. Así, la renovación de Stortorget no surge de la urgencia de darle un nuevo uso o de mejorar su estado de conservación, sino de la voluntad de dotarla de la dignidad que merecía por su peso específico en la ciudad. Se trataba básicamente de despojarla de lo superfluo y devolverle su estado original, que se caracterizaba por el vacío sobrio e indiferenciado de su gran plano empedrado.Descripción
La intervención empieza por retirar de la plaza los bordillos y las losas de granito que se añadieron hace ochenta años, con la previsión de reutilizarlos en algún otro punto de la ciudad. Los paños empedrados de piedra tosca se completan en las zonas donde había habido granito con nuevos empedrados que restablecen el carácter plano unitario de la plaza. Sin embargo, los nuevos paños se resuelven como apósitos que se diferencian de los originales, formando así un juego de retales que recuerda un tablero de marquetería o taracea. Algunos de los nuevos paños se rellenan con pares de losetas, mientras que otros están formados por grandes losas de hormigón prefabricado, revestidas con una capa de pequeños guijarros de granito con tonalidades que combinan con las de las piedras toscas originales. Así, el grano y la textura de los nuevos paños parecen miniaturas de los paños originales. De vez en cuando, la ortogonalidad del tablero de taracea se rompe por la incrustación de grandes piezas redondas donde se han embutido pequeñas rejas circulares. A través de estas rejas se puede oír cómo resuena el agua subterránea que circula por un sistema de pozos conectados y que evidencia la proximidad del mar.Valoración
Huyendo de las dificultades técnicas y de la impertinencia conceptual que supondría la imitación literal del empedrado original, la intervención aplica una solución constructiva contemporánea que completa el pavimento de la plaza devolviéndole el carácter plano y contínuo. Así, Stortorget recupera la dignidad perdida y, al mismo tiempo, adquiere un nuevo y delicado juego de paños empedrados de tono más amable y divertido.David Bravo Bordas, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]
