Estado anterior
Los orígenes de la explanada de Smithfield se remontan al siglo XVII, cuando el Gobierno de la ciudad la destinó formalmente a acoger un mercado al aire libre dedicado a la venta de heno, paja, caballos y ganado. Desde entonces, y durante dos siglos, Smithfield se convirtió en el principal mercado abierto de Dublín y desempeñó un papel esencial en el centro de la ciudad. Perfectamente servida por la estructura de vías y próxima al río Liffey, situado en el sur, esta gran plaza comercial articuló las relaciones entre los sectores este y oeste del denso tejido medieval, así como entre la orilla sur del río y la zona norte de Dublín. Cuando en 1863 el mercado al aire libre cambió su emplazamiento por otro situado en las afueras de la ciudad, la explanada y su entorno iniciaron un declive que se acentuó a finales del siglo XIX con el cierre de la destilería situada en la fachada este de la plaza. En medio del espacio en retroceso, los coches estacionados dibujaron, prácticamente durante todo el siglo XX, un paisaje empobrecido de funciones y, en consecuencia, progresivamente más residual.Objeto de la intervención
Durante muchos años, la falta de inversión pública y privada en el área de Smithfield, al noreste del centro histórico de Dublín, agravó la situación de degradación económica y social de la explanada, así como el abandono y la conflictividad de la mayor parte de los espacios urbanos de su entorno. En el año 1986 la concienciación ciudadana acerca de los efectos del retroceso general de la zona propició el inicio de distintas iniciativas de revitalización que desgraciadamente no consiguieron frenar esta dinámica.Cuando años después el Gobierno de la ciudad se convenció de la necesidad de incidir de nuevo en la zona para invertir la tendencia reinante se empezaron a explorar nuevas vías de actuación para dar una respuesta global tanto desde el punto de vista de la fisonomía urbana como desde el económico, social y cultural. Fruto de esta voluntad, todas las intervenciones de renovación y mejora para la regeneración del tejido central, integradas posteriormente en el Plan de Revitalización del Centro Histórico de Dublín (HARP), se abordaron a partir de equipos pluridisciplinarios que, desde una perspectiva amplia, introdujeron los objetivos buscados en diferentes planes de acción específicos que debían implementarse de forma coordinada.
La transformación de la antigua plaza del mercado se inició con un concurso internacional de ideas convocado en 1997 que animaba a estudiar cómo convertir Smithfield en el mayor espacio cívico del Dublín del siglo XXI.
Descripción
A pesar del deterioro que había experimentado la histórica explanada, las magníficas proporciones de este espacio de 335 metros de largo por 43 metros de ancho, cubierto por un pavimento continuo de piedra, consiguieron mantener latente un cierto sentido del lugar como referencia de la identidad colectiva. Este factor, junto con el hecho de que del conjunto de actuaciones previstas la de Smithfield fuera una de las primeras que debía llevarse a cabo, convirtió la intervención de recuperación de este vasto espacio en el proyecto abanderado de la estrategia global para la revitalización del centro histórico.Dadas las extraordinarias características de la plaza, única en toda la ciudad, recuperar la lectura unitaria de la explanada y subrayar la excepcionalidad de sus dimensiones fueron los principales objetivos formales de la propuesta de los arquitectos ganadores del concurso. Trabajando a partir de las cualidades materiales de la superficie del suelo y de las características del contorno construido de la plaza la zona podría recuperar la presencia perdida en el seno de la ciudad.
Para subrayar su escala y unificar perceptivamente el espacio, la intervención realizada respetó y consolidó la base adoquinada del suelo, pero introdujo un dibujo en el pavimento que, con una curvatura suave en el sentido longitudinal y franjas diagonales de granito en medio de la piedra existente, reforzó la asimetría característica de la explanada. Al mismo tiempo, las diagonales de granito introducidas en el suelo de piedra brindaron la posibilidad de contar con zonas lisas fácilmente transitables para personas con problemas de movilidad. Por otro lado, para garantizar unos niveles de iluminación adecuados durante todo el día se instalaron doce torres de iluminación de 26,5 metros de altura levantando una línea de mástiles que, aparte de tensar y enfatizar la peculiar direccionalidad de Smithfield, construyó un nuevo alzado simbólico en la plaza, en diálogo con el pasado –la imponente chimenea existente de 38 metros de altura herencia de la destilería clausurada– y con el perfil de la ciudad. Para facilitar la reparación y garantizar el funcionamiento de estos escultóricos elementos de iluminación, dotados de superficies reflectoras y quemadores de gas, se construyó un pequeño edificio de mantenimiento al sur de la explanada.
Valoración
El hecho de que antes de finalizar las obras de la primera fase ya se realizaran intensos esfuerzos para que Smithfield volviera a estar presente en la lógica y el calendario de los acontecimientos y las festividades locales de Dublín fue una excelente manera de trabajar paralelamente desde distintos niveles para volver a situar la zona en la vida urbana favoreciendo que la gente se apropiara rápidamente del nuevo espacio público tan pronto como se entregara a la ciudad tras su completa renovación.Una vez finalizada una actuación largamente esperada y reivindicada por los mismos ciudadanos, las nuevas torres de iluminación de Smithfield, cuya llama parece aludir a la dilatada vida del lugar, proyectan en el ámbito urbano la vocación de servicio de un espacio magníficamente recuperado que gana visibilidad desde la misma fachada fluvial del Liffey.
Mònica Oliveres
[Última actualización: 14/04/2020]