El sociólogo y urbanista reflexiona sobre qué es el espacio público y argumente que debe interpretarse como un todo en una gran red. El espacio favorito de Burdett es al norte de Italia. Se trata de la calle principal de Vincenza una tarde cualquiera llena de paseantes.
Espacios compartidos grabó esta conversación con Richard Burdett en julio de 2015, cuando visitó el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) en motivo de su participación en el debate «La ciudad posible: entre el urbanismo y la democracia», junto Diane Davis y Teresa Caldeira, dentro del ciclo «La ciudad posible», organizado en colaboración con el Social Science Research Council de Nueva York, donde también participaron Richard Sennett e Ira Katznelson los días 2 y 3 de julio de 2015.
En esta entrevista, el sociólogo de la London School of Economics define el espacio público. Como urbanista, huye de la concepción que el espacio público sea por sí mismo, más allá de los edificios y los elementos que lo componen. Para Burdett «Es lel pegamento que junta toda una série de edificios, usos, gente y actividades». Así, comenta que no piensa nunca en un espacio concreto definido por ciertos ejes y límites, sino en el espacio como un todo, incluido dentro de una red más grande.
En relación a su espacio favorito, Richard Burdett piensa en «conectores que la gente no solo use para ir de A hacia B, sino para ir más poco a poco» y se traslada al norte de Italia, en Vincenza, para hablar de su calle principal, un espacio lleno de tiendas y cafés donde la gente se reúne a media tarde. Los ciudadanos lo frecuentan buscando un particular aire que friega agradablemente la piel. Burdett considera que un lugar de este tipo tiene las características necesarias para ser un buen espacio público y cita a Sennett para explicar porqué este espacio es agradable: «Puedes permitirte estar solo entre la multitud y realmente sentir un gran placer con esta experiencia colectiva»