Para el geógrafo catalán, la ciudad europea está compuesta por el conjunto de espacios públicos. Para él, estos deben hablarnos lenguajes nuevos e invitarnos a la reflexión, ya que, en definitiva, son los que facilitan al ciudadano poder cambiar de opinión.
Espacios compartidos grabó esta charla con Francesc Muñoz en mayo de 2012, cuando visitó el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) para participar en la presentación del libro El plaer de la ciutat, de Xavier Monteys. Para el geógrafo, «la principal cualidad de la ciudad, lo que ha hecho que después de tantos siglos aún siga vigente, y sea seguramente el artefacto humano más complejo que hemos podido crear, es el hecho de que la ciudad te invite a cambiar de opinión».
El hecho de que la ciudad te invite a hacerlo, a juicio de Muñoz, tiene que ver con el espacio público, al ser este un espacio donde hay intercambio de opiniones –el ágora–, y hay que improvisar debido al cambiante tejido urbano. En este sentido, apunta: «el genoma de la ciudad europea es un genoma hecho de espacios públicos»; espacios que toman muchas formas diferentes, pero que, en el siglo XXI, siguen siendo todavía «el principal referente de lo que es lo que llamamos Europa cuando lo miramos desde la ciudad».
Haciendo una reflexión final, apunta que «los espacios públicos deben hablar lenguajes nuevos: deben hacernos pensar sobre lo que hacemos, lo que no hacemos, lo que hemos dejado de hacer y lo que seguramente haremos en el futuro». Es por este motivo que escoge como espacio público preferido el parque de la Vall d’Hebron de Barcelona, coetáneo de los espacios públicos del frente marítimo barcelonés rehechos con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992.
Mientras estos últimos evocan el pasado –la ciudad jardín del siglo XIX–, el parque de la Vall d’Hebron «tiene un discurso radical que se alimenta de la ciudad contemporánea, de la metrópoli donde vivimos hoy en día»: tiene una fluidez que invita a pensar en la movilidad, que «es, seguramente, el hecho que mejor define la vida urbana actual».