El escritor Philip Hoare nos habla de los frentes marítimos como los espacios públicos de la ciudad en el cual el ciudadano es libre.
El escritor Philip Hoare fue entrevistado por «Espacios compartidos» el pasado 14 de septiembre de 2016, después de su conferencia en el CCCB «El mar como frontera», en el marco del ciclo Habitar el mundo. Su pasión por el mar la extiende a los frentes marítimos de las ciudades, a sus playas, los cuales, en su condición de márgenes, han sido siempre lugares informales, abiertos y anárquicos en los que todo tipo de gente podía moverse con libertad. Y ello lo ejemplifica con el ambiente que caracterizaba los antiguos puertos, que eran el albergue de la diversidad social. Pero lamenta que actualmente se hayan convertido en zonas de alto valor económico donde prevalece el “imperativo comercial”, yates, marinas exclusivas e inmuebles caros que, en consecuencia, provocan exclusión. Reivindica, pues, la necesidad que el mar, como espacio público, sea un espacio totalmente accesible.
Como espacio público favorito, Hoare elige una pequeña playa en su ciudad natal, Southampton, en el Reino Unido, por el contraste que existe entre el puerto industrial y este espacio de libertad para nadar, caminar o practicar deporte.