El filósofo alemán expone su visión del espacio público como aquel lugar en el que se buscan las mejores soluciones a los retos políticos que se plantean. Defiende, asimismo, las relaciones cara a cara ante el creciente espacio público en Internet.
Espacios compartidos grabó esta conversación con Axel Honneth en enero de 2015, cuando el filósofo y sociólogo visitó el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) para impartir la conferencia «Libertad», que inauguró el ciclo «Debate de Barcelona 2015 - Tomar la palabra». Haciendo referencia al título del ciclo, Honneth defiende que «Tomar la palabra es el acto básico de la democracia y de la reforma democrática, la que solo se puede dar en el espacio público».
Siguiendo este razonamiento, la esfera pública es para él ese espacio público donde, a través de dirigir opiniones y convicciones políticas a los demás, se redefinen los problemas y se buscan las mejores soluciones a los retos que se plantean. Pese a mencionar la importancia de la libertad de hacer lo que se quiera sin obstáculos (la libertad negativa), el filósofo defiende que lo es más la esfera pública de la libertad, afirmando que la democracia se basa en esta y en la libertad social y de comunicación que representa. Entiende más bien la libertad, pues, como el resultado de la acción intersubjetiva –conjunta– de la sociedad.
Así como hizo también Zygmunt Bauman en esta sección, Honneth defiende las relaciones cara a cara, reivindicando el espacio público físico ante el creciente espacio público en Internet. En este sentido, alerta de dos posibles peligros: la desespacialización (la desconexión hacia el espacio público físico cercano, local) y el hecho de que podamos creernos que las relaciones a través de los media pueden sustituir las que son cara a cara, que cree mucho más poderosas: «participar en manifestaciones es para mí una experiencia más vivida que sentarse en un escritorio y navegar por Internet».
Por último, a la hora de elegir su espacio público, Honneth comenta que ha ido variando a lo largo del tiempo. Citando algunos espacios públicos físicos preferidos de juventud, curiosamente, apunta a un espacio público-privado no físico, el leer, como su espacio público preferido hoy en día. Haciendo hincapié en el hecho de que los espacios públicos preferidos puedan cambiar según la edad que se tiene, reivindica la importancia de crecer conjuntamente con el espacio público desde la infancia.