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Tbilisi, la capital de Georgia, está rodeada por la montaña Mtatsminda, un territorio de 700 hectáreas de relieve abrupto y suelos rocosos. Durante las décadas de 1920 y 1930, se plantaron pinos en la ciudad y a sus alrededores, una tarea que continuó durante las décadas de 1940 a 1960, en el marco del «Gran Plan para la Transformación de la Naturaleza». Este proyecto de reforestación ordenado por Stalin, quería combatir la erosión y la inestabilidad del suministro de agua en los paisajes semiáridos del este de la URSS. En este contexto, los funcionarios de Tbilisi establecieron el monocultivo de Pinus nigra en Mtatsminda, utilizando dinamita para crear terrazas de plantación en las pendientes más pronunciadas de la montaña. Los pinos proporcionaron materia orgánica al suelo rocoso y modificaron su composición, especialmente dentro de las zonas de plantación.
Después del colapso de la Unión Soviética en 1990, el caos político y financiero posteriores llevaron a la degradación de los espacios públicos urbanos en toda Georgia, incluyendo la montaña Mtatsminda. El 2015, las antiguas plantaciones de pinos, afectadas por plagas y hongos, murieron masivamente, convirtiéndose en un riesgo de incendios y un peligro para la seguridad pública.
Objeto de la intervención
En 2020, los responsables de la ciudad de Tbilisi planificaron replantar su Bosque Urbano, de 700 hectáreas, con el objetivo de mejorar el hábitat de la biodiversidad, aumentar la resiliencia al cambio climático y ofrecer nuevas oportunidades recreativas para ciudadanía y turistas. El proyecto incluía plantar casi 40 especies nativas y adaptadas al clima, mejorar los servicios públicos –como las áreas de acampada y rutas de senderismo–, y proteger el terreno de la degradación y del desarrollo privado. Un equipo de investigación formado por planificadores y científicos evaluó las condiciones y preparó un plan de restauración ecológica detallado, con intervenciones para estabilizar y rehabilitar la red informal de caminos y refugios.
Ruderal, un despacho de paisajismo y urbanismo de Tbilisi, fue seleccionado para diseñar los proyectos pilotos de reforestación y desarrolló y probó un enfoque innovador para la reforestación urbana que integra ecología, tecnología y estética.
Descripción
La propuesta se organiza en un sistema de plantación por franjas con consideraciones ecológicas y culturales. Las diversas zonas vegetales están adaptadas a las condiciones específicas del suelo y la pendiente dentro del bosque urbano. Los árboles existentes se integraron con nuevos vástagos, arbustos y especímenes, creando un hábitat multiestrato para la fauna y un entorno agradable y atractivo para los visitantes.
Se desarrolló una herramienta de diseño paramétrico, para visualizar escenarios de plantación, optimizar la combinación de especies según la disponibilidad en viveros y simular cómo evolucionarán las plantaciones. Esta herramienta innovadora es adaptable para futuros esfuerzos de reforestación en toda Europa.
A diferencia de otros proyectos municipales que utilizan árboles importados, este apoya directamente a los viveros de plantas autóctonas y fortalece la conexión de la ciudad con su ecosistema circundante. Este enfoque local también reduce drásticamente la huella de carbono del proyecto.
La estrategia de reforestación incluye el uso de «plantas enfermeras», especies de crecimiento rápido que ofrecen sombra, protección y mejoran el suelo para las nuevas plántulas, lo que aumenta su tasa de supervivencia. Estas plantas proporcionan signos visuales tempranos del progreso y el impacto del proyecto.
Valoración
La transformación del Bosque Urbano de Tbilisi demuestra cómo, a pesar de las dificultades de implementar un proyecto de esta escala y complejidad, es posible y beneficioso pensar el espacio público desde una mirada que entienda la biodiversidad como un valor urbano. Además de la mejora del bosque, el proyecto también se convierte en un laboratorio avanzado de desarrollo de herramientas que pueden usarse en un futuro inmediato, en otras situaciones que requieran de este tipo de transformación.
A pesar de que generó polémica entre la ciudadanía por las dificultades para llevarlo a cabo, con el tiempo, se ha corregido esta percepción y los usuarios habituales de los caminos del bosque son los primeros en comentar los beneficios del proyecto.
[Última actualización: 06/11/2024]