En Brujas, Bélgica, Dieter Missiaen concibió el proyecto-performance “Invasión de bancos” en respuesta al aislamiento sufrido durante la pandemia causada por la COVID-19. Después de un largo periodo sin público, Missiaen empezó a instalar un banco transportable en espacios públicos, en el que se sentaba a escuchar las historias de los transeúntes. Esta experiencia reveló la necesidad social de pasar tiempo en compañía y de darse atención mutuamente. El proyecto implica la colaboración de diez personas, que portan, cada una de ellas, un banco en el que invitan a la gente a sentarse, participar y compartir sus historias. Estos pequeños encuentros fomentan la conexión y la concienciación en los espacios públicos. Al final de la performance, se reúnen participantes y oyentes alrededor de una mesa comunal hecha de bancos, para celebrar estas interacciones con palabras, música y brindis. Al final, los bancos vuelven a su forma original, dejando el espacio vacío mientras todo el mundo se va.
[Última actualización: 07/11/2024]