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El Gammel Hellerup Gymnasium es un instituto público de estudios de secundaria fundado en 1894. Situado en el núcleo de Hellerup, que pertenece al municipio de Gentofte, al norte de Copenhague, ocupa hoy un edificio de los años cincuenta, de ladrillo amarillento y formado por tres naves rectilíneas con cubiertas a dos aguas que se escuadran en torno a un patio aproximadamente cuadrado. La institución, que cuenta con más de novecientos alumnos y un centenar de trabajadores, entre personal docente y administrativo, utiliza este vacío central como lugar representativo y de recreo. Lo cierto, sin embargo, es que las condiciones climáticas de Dinamarca hacían que el espacio fuera a menudo inadecuado para desarrollar actividades deportivas o celebrar actos multitudinarios como las ceremonias anuales de graduación.Objeto de la intervención
En 2009, el centro decidió destinar más de siete millones de euros a la construcción de un vestíbulo polivalente que acogiera en condiciones de confort estas actividades escolares. En consonancia con su condición de equipamiento público, también serviría al conjunto de la ciudadanía de Hellerup como sala de actos de la comunidad o, incluso, como refugio en caso de tormenta. El último espacio edificable del complejo educativo era el patio central. Sin embargo, dada su función como zona de acceso a la que se asoman el resto de edificios, el instituto no podía renunciar a ese espacio. La única solución viable pasaba por construir un vestíbulo subterráneo bajo el patio, pero eso también tenía sus inconvenientes. Por un lado, enterrar lo que tenía que ser uno de los espacios más representativos de la escuela no parecía lo más idóneo para que tuviera la visibilidad que merecía. Por el otro, el vestíbulo requería una altura libre considerable y esto hacía prever un encarecimiento de la excavación subsiguiente.Descripción
Huyendo de estos inconvenientes, el nuevo vestíbulo polivalente del instituto Gammel Hellerup solo está parcialmente enterrado en el patio central. Se trata de una sala rectangular con una superficie libre de unos mil metros cuadrados. Su pavimento solo está cuatro metros y medio por debajo del nivel del patio, de modo que los muros de contención perimetrales, de hormigón armado, son relativamente bajos. Pero, para ofrecer una altura libre más generosa, la cubierta del vestíbulo, hecha de vigas de madera laminada con veintidós metros de luz, se hincha describiendo una superficie curva y se eleva casi cuatro metros en su punto central. Esta inflexión, que parece seguir la trayectoria parabólica de una pelota lanzada en la pista inferior, genera un montículo suave en la parte central del patio superior. Su superficie convexa, recubierta con una tarima de latas de roble, cuenta con algunos asientos de acero esmaltado con luces LED integradas como único elemento de alumbrado exterior. En el lado oriental, los asientos son taburetes individuales y disponen de algunas mesas similares. Al oeste, en cambio, el único asiento es un banco corrido que describe un círculo cerrado. Un conjunto de paneles fotovoltaicos instalados en la cubierta de uno de los edificios perimetrales aporta el 80% de la energía necesaria para ventilar e iluminar el vestíbulo.Valoración
La solución finalmente adoptada parte de los inconvenientes de plantar el vestíbulo en medio del patio como retos que dan sentido al proyecto. El montículo que ha aparecido en el centro del instituto Gammel Hellerup no impide el uso del patio ni el soleamiento de los edificios que la rodean. Al mismo tiempo, evidencia en el exterior la presencia del vestíbulo subterráneo y confiere al patio un aspecto lúdico e icónico que se llega a ver desde la calle. Por otro lado, aparte de minimizar los costes económicos y ecológicos de la excavación necesaria, la curvatura confiere al techo de la nueva sala un aire grácil y alegre que contrarresta su condición de sótano.David Bravo Bordas, arquitecto
[Última actualización: 02/05/2018]
