Estado anterior
A vista de pájaro, no es la agricultura sino la industria minera lo que, desde mediados del siglo XIX, hace evidente la acción del hombre sobre la llanura donde se encuentra Lens. Sin embargo, el prolongado declive económico que ha vivido la región desde los años sesenta ha llenado el paisaje de infraestructuras y explotaciones abandonadas que la naturaleza se apresura a colonizar de nuevo. Desde los años noventa, cuando la extracción carbonera cesó del todo, las autoridades de la región de Nord-Pas de Calais han apostado por la reconversión hacia manufacturas con mayor valor añadido, como la industria alimentaria y la de la automoción, o hacia el sector terciario, especialmente preocupado por atraer a estudiantes y turistas.Lo cierto es que el enclave presenta varias oportunidades que lo hacen potencialmente atractivo: encrucijada de importantes rutas europeas, cercano a las fronteras belga y alemana y situado a una hora de París en TGV o de la boca del Eurotúnel, que lleva a la Gran Bretaña. La joven Universidad de Artois, con una de sus sedes en Lens, encarna la voluntad de atraer a estudiantes. La de atraer turistas motivó que, en 2003, el gobierno regional y los responsables del Museo del Louvre firmaran un acuerdo de colaboración inspirado en el precedente de Bilbao. Siguiendo la estrategia de la capital vizcaína, que combatió la desindustrialización de su ría con una reforma urbana centrada en la apertura de una delegación de la Fundación Guggenheim de Nueva York, Lens tenía que acoger una sede del museo parisino. Se le reservó una parcela triangular, con una superficie de veinte hectáreas, situada en las afueras de la ciudad y rodeada de tejidos suburbanos de baja densidad. Se trataba de un yacimiento abandonado, con varios pozos mineros y pilas alargadas donde la escoria se amontonaba hasta cuatro metros de altura.
Objeto de la intervención
El acuerdo entre el Museo del Louvre y la región de Nord-Pas de Calais debía beneficiar a ambas partes. Por un lado, la nueva sede daría salida a una parte del extenso fondo artístico que, por falta de espacio expositivo, el Louvre se ve obligado a retener en sus almacenes subterráneos, anticuados y peligrosamente expuestos a una eventual crecida del Sena. Por el otro, la fama del museo parisino situaría a Lens en el mapa cultural francés, atrayendo a visitantes de todo el mundo y estimulando la regeneración económica de la región.Además, la implantación del museo sobre el extenso yacimiento minero debía servir para regenerar su paisaje contaminado y abrir un nuevo parque que conectara el equipamiento con las urbanizaciones de los alrededores. El espacio verde sería un lugar de actividad cultural vinculado a la agenda del museo, pero independiente de sus horarios. Un punto de encuentro ciudadano, espacio para la comprensión de la memoria industrial de la región y con función pedagógica acerca de los valores ecológicos del lugar.
Descripción
Inaugurado en diciembre de 2012, el nuevo Museo Louvre-Lens es un centro de exposiciones que, sin fondo permanente, exhibe una colección de seiscientas obras cedidas temporalmente por la central parisina. Además, sus instalaciones cuentan con un anexo preparado para almacenar obras de arte en mejores condiciones que en los sótanos de la sede central. El complejo cultural consta de una serie de cuerpos prismáticos escalonados y muy abiertos al paisaje que los rodea.La naturaleza, que ya había comenzado a colonizar el yacimiento durante décadas de abandono, fue reforzada con nuevos ejemplares de especies arbóreas y arbustivas. Los materiales del yacimiento se han mantenido en el lugar pero se les ha sometido a varias operaciones que aceleran su naturalización. En las pilas de escoria, se realizaron cortes verticales que sirven para definir un recinto. También se practicaron en el terreno perforaciones regulares que invitan al musgo a colonizar el suelo esquistoso formando alfombras que absorben los metales pesados y reducen el polvo que el viento suspende en el aire. Alrededor del edificio, hay un pavimento de hormigón que dibuja manchas redondas llenas de grava o de vegetación. También se ha extendido una red de senderos que serpentean entre los árboles preexistentes.
Valoración
La apertura del Museo Louvre-Lens descentraliza el atractivo del omnipotente París hacia una periferia gravemente afectada por la desindustrialización. Ojalá la apuesta por la terciarización sirva para que la región de Nord-Pas de Calais combata el desempleo y la decadencia de su paisaje postindustrial. En cualquier caso, el parque que rodea la nueva sede es un primer paso en la mejora del territorio. La intervención se adscribe a una escuela de paisajismo que, a la hora de restituir los valores naturales de un sitio diezmado por la actividad humana, no opta por hacer tabla rasa de las preexistencias y llevarse escombros y materiales contaminados a un vertedero lejano. Por el contrario, en una actitud honesta, sensata y respetuosa con la memoria, se contenta con efectuar operaciones sutiles pero estratégicas que estimulan la naturaleza para que vuelva a hacerse cargo del yacimiento.David Bravo
Traducción de Maria Llopis
[Última actualización: 18/06/2018]
