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  • SELECCIÓN ARCHIVO 2008

Parc Central de Nou Barris

Barcelona (España), 2007

Nuevo parque en los antiguos terrenos del Instituto Mental de la Santa Creu

Estado anterior

Situado entre la cordillera de Collserola y la avenida Meridiana, Nou Barris es el distrito más septentrional del término municipal de Barcelona. Su nombre hace referencia a los nueve barrios que lo componían en 1984, al realizarse la última subdivisión administrativa de la ciudad. La mayor parte de estas unidades urbanas ?que hoy, en realidad, ya son trece? provienen de antiguas masías aisladas y pequeños núcleos dispersos sobre un territorio de carácter rural y topografía accidentada. En medio de estas pequeñas construcciones destacaba por su tamaño el edificio del Instituto Mental de la Santa Creu, hospital psiquiátrico construido entre 1855 y 1910 por el arquitecto Josep Oriol Bernadet y ubicado en una finca de cerca de ciento veinte hectáreas.

Durante los años cincuenta y sesenta del siglo XX, sin embargo, con la llegada masiva de la inmigración obrera procedente del sur de España, esos terrenos rurales y poco poblados sufrieron un crecimiento urbanístico repentino, desestructurado y de grandes proporciones. En un proceso especulativo que se prolongó desde 1955 hasta 1977, sobre la finca del hospital psiquiátrico se construyeron los barrios de la Guineueta, Canyelles, parte del actual Verdun y las viviendas de Can Peguera, situadas al pie del Turó de la Peira y conocidas popularmente como las Casas Baratas, donde fueron reubicados los obreros que vivían en las chabolas de Montjuïc.

Durante aquellos años del tardofranquismo, la falta de infraestructuras y servicios, el desorden urbanístico y los desequilibrios del desarrollismo despertaron en el distrito un fuerte sentimiento contestatario liderado por las asociaciones de vecinos. Ya entrada la democracia, el anillo de circunvalación de la Ronda de Dalt, construido con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, llegó al distrito cruzándolo por la mitad y constituyendo una notable mejora de su conexión con el resto de la ciudad. La infraestructura pasa por los antiguos terrenos del hospital, donde describe una gran rotonda verde, denominada plaza de Karl Marx, a través de la que salva un arroyo seco que baja de Collserola. Más abajo de la plaza, el arroyo se prolonga hasta llegar al edificio del antiguo hospital, formando una franja vacía y alargada que resuelve el encuentro entre los diferentes tejidos urbanos compuestos por las casas bajas de Can Peguera y los bloques y las torres del polígono residencial de la Guineueta. Dado que la mayoría de estos edificios no cuentan con aparcamientos subterráneos, el vacío residual e inhóspito del arroyo desempeñó durante años la única función de alojar los vehículos de los vecinos.

Objeto de la intervención

Poco después de los Juegos Olímpicos, lograda la visibilidad que la Ronda de Dalt había proporcionado al distrito, el Ayuntamiento de Barcelona emprendió una serie de actuaciones con el objetivo de dotar de orden y coherencia el conglomerado de barrios que lo componen. Aunque la primera ola migratoria que años atrás lo había hecho crecer estaba bien asentada, el distrito aún tenía que acoger a una segunda inmigración, de origen mayoritariamente ecuatoriano, paquistaní y filipino, que, atraída por unos precios menos elevados de la vivienda respecto a otras zonas de la ciudad, transformaría de nuevo la composición étnica y la red de comercios de los barrios. Aparte de derribar edificios y de reorganizar algunos tramos del sistema vial, el ayuntamiento inició la fundación de un nuevo centro a cuyo alrededor se articularan los diferentes tejidos urbanos y sociales de Nou Barris.

Por su tamaño, posición, carga histórica y calidad arquitectónica, el antiguo hospital psiquiátrico se postuló como el punto idóneo en el que establecer ese nuevo centro. El edificio fue reformado y ampliado para que alojara una de las mayores bibliotecas populares de Barcelona, así como la sede del Consejo Municipal del Distrito de Nou Barris y su Archivo Municipal. Asimismo, el arroyo que separa la Guineueta de Can Peguera, único resto libre de la antigua finca del hospital, ofrecía la oportunidad de abrir el segundo parque urbano más extenso de la ciudad, después del de la Ciutadella.

Descripción

Con una extensión de dieciséis hectáreas, el Parque Central de Nou Barris salva la distancia y la diferencia de nivel existente entre la plaza de Karl Marx y el antiguo hospital a través de una secuencia de terrazas separadas por taludes de contención y conectadas por rampas. Las terrazas, ocupadas por prados, estanques y zonas más o menos pavimentadas, forman sectores triangulares que están delimitados por los recorridos y por algunos de los viales que llegan al parque y lo cruzan para conectar la Guineueta con Can Peguera. De esos viales transversales, el paseo de Fabra i Puig es el más importante y es el único por el que los coches pueden cruzar el parque. Un ancho puente peatonal pasa por encima de esta calle y evita que se rompa la continuidad del espacio verde. Las pendientes suaves de los taludes de contención están pavimentadas y constituyen los elementos más urbanizados del paisaje del parque. Un antiguo acueducto que suministraba agua al hospital se ha convertido en pasadero y ha pasado a formar parte del sistema de rampas y escaleras que unen los diferentes niveles. La vegetación arbórea, mayoritariamente mediterránea, está formada por pinos, palmeras, olivos y eucaliptos. Bajo la superficie del parque se encuentra un gran depósito enterrado que acumula agua de lluvia y que abastece las bocas de riego y una fuente de la que brota una cascada.

En los accesos y en los lugares más representativos del parque hay racimos formados por elementos verticales y altos que poseen una gran fuerza icónica y son el leitmotiv de la intervención. Se trata de estructuras formadas por dos brazos de madera empotrados en el suelo. Los brazos están unidos en la base de la estructura, pero, a partir de un cierto punto, se abren a medida que se elevan. Dibujan así una palma triangular que está reseguida por travesaños entre los que hay, dispuestos a tresbolillo, una serie de paneles de fibra de vidrio que conforman una celosía. Los brazos de la estructura siguen una directriz curva que les da el aspecto flexible de tallos que se han doblegado por el efecto del viento. En algunos casos la directriz curva es muy suave y el tallo está casi derecho; en otros, la curva es tan pronunciada que el tallo se pliega casi noventa grados. En cada racimo, la combinación de estos dos tipos de tallos y las diversas orientaciones con que las palmas icónicas se disponen sobre el plano horizontal, refuerzan el parecido con elementos vegetales. De día, los grupos de palmas ofrecen zonas de sombra y, de noche, son el soporte de la iluminación. Además, imprimen al parque una marcada identidad que propagan más allá de su recinto, puesto que seguimos encontrando racimos de palmas a medida que nos alejamos del hospital por la calle de Pi i Molist, hasta llegar a la plaza de Virrei Amat, que es uno de los principales puntos de acceso al distrito.

Valoración

Las primeras utopías modernas propusieron la abundancia de espacio libre que caracteriza a los polígonos residenciales como la solución a los problemas de insalubridad de la ciudad antigua. Poblados por frondosas vegetaciones que volverían a poner al hombre moderno en contacto con la naturaleza, los espacios intersticiales que separaban las torres y las barras de los polígonos debían repartir democráticamente la luz y ventilación naturales, al mismo tiempo que facilitarían la racionalización de los flujos urbanos. En toda Europa, las sucesivas aplicaciones de esta tipología permitieron construir barrios enteros, de forma urgente y económica, pero también acusaron ciertas carencias imprevistas. En demasiadas ocasiones, sobre todo cuando el modelo se ha aplicado para alojar a la clase obrera, el mantenimiento de los generosos espacios libres resultaba inviable. Lo que tendría que haber sido un espacio natural idílico se revelaba como un gran vacío residual y tedioso, falto de dinamismo y atributos e invadido por el vehículo privado.

Contrapuesta con el efecto excepcional que un gran vacío tiene en el seno de un tejido urbano denso y compacto, la inserción de un parque en un polígono residencial puede empeorar esta situación. Por esta razón, en lugar de ser el resultado de aplicar una fuerza disyuntiva ?centrífuga? sobre una masa continua, la operación debe surgir de practicar una fuerza cohesiva ?centrípeta? sobre un tejido disgregado. Como el aglomerante que une ladrillos, el Parque Central de Nou Barris constituye una sustancia fluida, casi líquida, que discurre entre los bloques y las torres del polígono para llenar sus intersticios y otorgarles cohesión. Su liquidez se manifiesta en el dinamismo de las terrazas triangulares que bajan como una cascada por el curso del antiguo arroyo y en la presencia recurrente del agua sobre el gran depósito subterráneo pero, sobre todo, en la ausencia de un perímetro concreto que rodee la operación y en la propagación de elementos icónicos mucho más allá del supuesto ámbito de intervención. Aparte de proporcionar sombra diurna y luz nocturna, las palmas de Nou Barris constituyen una vegetación artificial que, en un clima poco lluvioso como el de Barcelona, tiene un mantenimiento bastante más viable que la natural. Esta vegetación no acerca el hombre a la naturaleza, tal y como debía hacerlo la de las primeras utopías modernas, pero posee una fuerza simbólica capaz de trabar los diferentes tejidos del distrito y de llenar sus paisajes con una nueva identidad cohesiva.

David Bravo Bordas, arquitecto

[Última actualización: 02/05/2018]

Ficha técnica

CIUDAD: Barcelona
PAÍS: España
INICIO DEL PROYECTO: 1997
INICIO DE LAS OBRAS: 1998
FINAL DE LAS OBRAS: 2007
SUPERFICIE: 16.600 m²
COSTE: 24.900.000 €

Créditos

AUTORES:
Andreu Arriola, Carme Fiol, ARRIOLA&FIOL, arquitectes

COLABORADORES:
X. Arriola, V. Bagnato, M. Boutin, M. Fiore, B. Marugg, D. Dethlefsen, U. Hubber, R. Nana, A. Solé, P. Steffen, K. Brueggen, L. Dazio, G. Garbani, S. Garbani, C. Kolar, I.Kuhn, T.Pelto-Uotila, U.Reinhard, S.Rux, Lluis Roig i Lluís Fontanet, A. Obiol arq., estructura, A. Carreras eng., instalaciones, IBERING

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